Todos los niños sueñan con ser astronautas, pero es solo para escapar del planeta que los hace prisioneros. Pero crecen, y se van olvidando de la nasa por culpa de un dos en mates. Se ponen a escuchar música comercial y vomitan cerveza tirados en el suelo, y luego se odian sin saber porque. El instituto les enseña las modalidades del fracaso, la humillación, los cigarros luego los porros, y el suicidio. Los que se sacaran la selectividad fundirán su dinero en whisky-cola y el sol alumbrara un poco mas su camino, ven mejor el futuro porque no hay ninguno. Se psicoanalizan y piensan que tal vez todo eso no sea únicamente culpa suya. Entonces empiezan con la política y encuentran la palabra revolución muy bonita, porque se parece a revolver… y a evolución. Las sospechas se mezclan con sus intentos fracasados. De todos modos, para que cambiar el mundo ya que va a estallar? Y luego se dan cuenta que beber una cerveza fría con una morena no esta tan mal, que la mirada de una chica vale mas que una batalla perdida de ante mano. El amor no la guerra. Joden una última vez la sociedad, y esa chica se convierte en tu mujer, la cerveza en tu barriga. Luego se amontonan en pisos amueblados que habrá que pagar, un trabajo y un coche. Ahorramos para navidad y para tener un poco de sol durante las vacaciones. Y se vuelven gordos, feos y jilipollas dejan de jugar en el césped, y recuerdan que de pequeños, tenían sueños. Fueron jóvenes, con sueños e ideales, pero no sirvió de nada, ahora esperan la suscripción del digital plus. Y antes de morir, van a ver a sus nietos; quieren ser astronautas
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